miércoles, 22 de enero de 2014

Recordando a José Revueltas: “México 68: Juventud y Revolución”. Homenaje en el centenario de su natalicio.

Por: David Alberto Valerio Miranda


En el presente año se cumple ya un centenario del natalicio de José Revueltas (1914-2014)[1], propicio pretexto para reflexionar en torno a su legado, un buen ejercicio puede ser retomar su obra, deteniéndose en uno de sus libros y valorar su aportación hoy, tal será el caso del presente texto, donde pretendo reseñar él:México 68: Juventud y Revolución” de nuestro homenajeado autor, considero que dicha obra refleja una elaborada descripción de Revueltas, pues muestra su amplitud intelectual, como su ético accionar, acorde a su espíritu  revolucionario.
Seleccióné dicho libro en particular, porque relata de principio a fin el desarrollo del movimiento estudiantil en el convulsionado año 1968, con el impulso de la juventud mexicana y su atención crítica que alentaba esperanza, espíritu crítico que tanto hace falta en las insensibles generaciones juveniles de hoy.
No sería exagerado si se remitiera al libro de Revueltas como un trabajo amplio, pues es un libro que recopila apuntes, notas, reflexiones críticas, textos políticos entre otros, que escribió durante los meses del movimiento y durante su estancia en la prisión de Lecumberri (1968-1971), los cuales no publicó. El póstumo libro es posible explorarlo desde diferentes aristas, por ejemplo: su consecuente narración de hechos puede ofrecer valorativa historia al ser él mismo participe de la realidad descrita, comprometido como un militante más del movimiento.
En el proceso descriptivo que compone la obra, se avista una férrea carga política, pero no grosera, oficialista sino más bien crítica, acercándose más con lo teórico-práctico, sin despegarse del rigor académico, que muestran la coherencia del autor al ser característica de uno de sus principales proyectos como lo fueron el de autogestión académica y la universidad como una institución crítica.
Presenta un breve esquema de su proyecto: autogestión académica. Éste consistía en ejercer praxis política de democracia directa, con comités, concejos, asambleas etc. Como se práctico en el movimiento, pues De acuerdo con Revueltas, la autogestión universitaria se materializo en una forma y un contenido especifico,[2] pero sobre todo la solidaridad entre docentes y estudiantes, que borraba todo distanciamiento fundiéndoles en un compañerismo de lucha.
Tomando en cuenta el proyecto que propone el autor en su obra, se puede referir a este como un proyecto pedagógico social, más cercano a una pedagogía revolucionaria, por lo que, está obra también puede ser valorada por quien busca un proyecto educativo crítico y humanista.
La capacidad de claridad y fluidez las manifiesta el autor hasta en la crudeza real de su narración, así como en cada una de las líneas que comprenden el libro, característica que hace al texto ameno y atractivo, exposición literal de pulcra prosa no extraña en Revueltas y su parentesco tan cercano con la literatura.
De acuerdo con algunos de los puntos anteriores y los que de momento se me escapan, se puede considerar al libro de Revueltas cómo una valiosa obra, al poseer una amplitud de estudio en disciplinas como: la historia, la ciencia política y hasta filosofía.
Además de especificaciones que se pueden encontrar en cada una de estas, por ejemplo en el aspecto filosófico, puede contener una propuesta ética-crítica, por lo que puede ser auxiliar en diferentes investigaciones, lo que la acredita como un libro de enriquecedor interés. En un primer momento pareciera que Revueltas dirige su obra a los estudiantes, así como a las universidades mexicanas en general a adoptar la postura de una universidad crítica y ser motor de la revolución social.
Posteriormente en el desarrollo de este, el autor aclara que el sector estudiantil es sólo una parte del sector revolucionario, pues la principal invitación considero está dirigida al sector desposeído de la sociedad, el proletariado, el campesinado y a todos los asalariados que conforman las clases bajas mayoritarias de México.
Lo anterior muestra el carácter anti-dogmatico, anti sectario de Revueltas, al no encerrarse a un sólo sector social sino proponer un proyecto de mayor amplitud, además de su actitud crítica que nadie podrá negar, tanto así que, años antes de su participación en el movimiento, fue miembro del partido comunista de México, del que fue expulsado por sus posiciones anti-estalinistas.[3]
Revueltas escribe el libro acorde a las circunstancias internacionales del momento, contexto en el cual se gestaban movimientos sociales en varios países como Francia, Japón, EE.UU. entre otros, convulsiones que intentaban recuperar la esperanza anticapitalista, que cada vez se extinguía más, motivada por la traición de los llamados países socialistas.
No se puede negar el optimismo histórico con el que Revueltas toma las circunstancias que vive y retrata en su libro, pues considera aquellas convulsiones como resultado de la conciencia histórica y las contradicciones del desarrollo de la humanidad.
Más allá de ser una obra amplia, está refleja a Revueltas, como un pensador comprometido, preocupado por su entorno y su transformación, pero sobre todo un humanista, de los que hoy día tanto se carece, y por ello es merecido una retrospección de su obra y su propagación, pues José Revueltas dejó una marca profunda que todavía se siente vibrar en las nuevas generaciones.[4] Sólo queda terminar este espacio de expresión reiterando la invitación a consultar el libro comentado y ¿por qué no?, algo más de la vasta obra de Revueltas.










[1] Para una biografía de Revueltas consúltese: Leyva José Ángel, El naranjo en flor: Homenaje a los Revueltas, ICED, México 2006.
[2] González Rojo Enrique, Las últimas concepciones teórico-políticas de José Revueltas, Blog Filosofía Política. Ver P 1.
[3] Ortega Esquivel Aureliano, José Revueltas y el marxismo crítico en México, UANL, México, 2011. Ver p 198.
[4] Leyva José Ángel, Op. Cit. Ver p 37.