viernes, 27 de febrero de 2015

UN ACERCAMIENTO AL PENSAMIENTO DE HERÁCLITO DE ÉFESO

Por David Alberto Valerio Miranda

Heráclito de Éfeso, filósofo griego que vivió entre el siglo VI y comienzos del V a.c. Se dice que desde su tiempo se le identificó como un pensador difícil de entender, razón por la cual recibió diversos apodos durante su vida, tales como: “El oscuro”, “El enigmático”, “El adivinador” etc. Sin embargo, considero que vale la pena echar una mirada hacia la historia de la ideas y tratar de acercarse al pensamiento de grandes personajes que han contribuido con su aportación a al desarrollo humano, como “El enigmático filósofo” pre- Socrático, que también adquiere este calificativo por desarrollar su actividad antes de la tradición que se conoce como filosofía clásica griega, que comienza con Sócrates (Sócrates-Platón-Aristóteles). 
Heráclito es un pensador que si bien sus ideas pueden ser excéntricas y dotadas de una gran profundidad, merecen un espacio para el diálogo hoy en día, y así seguir contribuyendo al ensanchamiento de nuestro conocimiento y cultura general, he aquí sólo algunas de sus más conocidas y principales propuestas, o más bien, lo que ha podido llegar hasta nuestros días, pues hay que decir que, debido a la antigüedad de dicho sabio solo se conservaron algunos fragmentos  de escritos, frases sueltas y aforismos, que gracias a estudiosos de la filosofía como Diógenes Laercio, hoy aún podemos conocerlos.
Su manera de expresarse según el mismo dijo, es como el oráculo de Delfos, es decir,  ni dice del todo, ni oculta su sentido, sino que lo manifiesta por un indicio, los griegos decían que Heráclito hablaba mediante enigmas, pues su carácter le hacía deleitarse con los juegos del lenguaje denso, aparatoso, paradójico y metafórico.
 Por ejemplo,  propuso que la polimatía (que es, el saber muchas cosas) no instruye al entendimiento, pues esa sabiduría se adquiere mediante los sentidos, pero “los ojos y oídos son malos testigos si el alma carece de entendimiento, además los sentidos muestran un mundo diferente a cada hombre, es mejor mirar dentro de ti mismo, es decir, dentro de tu propia mente y así descubrir el logos que es la verdad y es común a todas las cosas.  
La ley oculta de la naturaleza, que pretendió haber descubierto, es que todas las cosas viven en pugna lo cual es esencial para la vida y por tanto, es bueno, pues decía que “la guerra es la madre de todo y la lucha es justicia”.
Si hasta entonces los filósofos habían buscado la permanencia y la estabilidad, Heráclito les decía que “no hay nada, ni nadie puede desear un mundo estancado” todo vive por la destrucción de las cosas, el fuego vive por la muerte del aire, el aire por la del fuego, el agua vive por la muerte de la tierra y la tierra por la del agua, “El oscuro” decía que los opuestos no pueden estar en armonía, sino que, más bien es una consonancia entre opuestos, como la tensión de un arco.
 De la aparente contradicción entre opuestos él proponía el fluir, como el mundo, del cual decía, es un fuego inmortal encendido, por esto, si se supiera que Heráclito creía en un arjé (que es una palabra del griego antiguo que se traduce como principio o materia primordial única de la cual procede el mundo) como lo creían los Jonios, para él sería el fuego.
Partiendo de esto se podría decir que sus principios centrales son pues, “Todo nace de la lucha y Todo está en constante flujo”, es decir, todas las cosas se hacen por contrariedad y todas fluyen a manera de ríos, ya que, el universo es infinito, pues el conflicto hace que las cosas estén en constante cambio.
 De ahí dos de sus más conocidas frases como: “Todo fluye, nada permanece” y “Nadie se puede bañas dos veces en el mismo rio”.  Para Heráclito pues, el movimiento y el cambio eran las únicas realidades, con esto nada puede ser eterno más que él incesante fluir.
Se dice que crítico directamente a los pitagóricos y fue aludido por Parmenides. El blanco de sus críticas sobre Pitágoras y otros pensadores fueron las investigaciones a que se consagraron acerca de la naturaleza exterior, la importancia que daban a los hechos, además de rechazar la idea pitagórica del mundo pacifico y armonioso, pues él dista mucho de la idea pacifica del mundo
 Mientras que Parmenides, era exactamente lo contrario de Heráclito, pues para este, el movimiento era imposible y el todo de la realidad consistía en una sustancia simple, inmóvil e inmutable, aún así, se sabe que Parmenides aludió al filósofo de Éfeso.
De manera muy general esto sería el pensamiento de dicho filósofo, y con esto cumpliría el objetivo de la presente charla, que es lograr una acercamiento hacia el mismo, referencias sobre él las podemos encontrar en el ya citado Diógenes Laercio y su obra “Vidas de los filósofos más ilustres” así como en el conocido libro “los filósofos griegos” del filólogo escocés William Keith Chambers Guthrie o en volumen del autor Rodolfo Mondolfo que lleva por nombre “Heráclito: textos y problemas de su interpretación”  

Sólo me resta agradecer por el espacio y reiterar mi invitación a darnos el tiempo de acrecentar nuestra cultura general y consultar e investigar pensadores que si bien pueden ser antiguos aún tiene que ofrecer y por tanto todavía hay que aprender de ellos, gracias. 

Cápsula leída en Parnaso Noticiario Radio Zacatecas.
Colaboración de la Asociación Zacatecana de Estudios Clásicos y Medievales A. C.

Twitter: @ValerioMirand

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