miércoles, 29 de abril de 2015

El Quijote como transporte: conociendo latitudes.

Por: David Alberto Valerio Miranda

Desde niño había escuchado que los libros ofrecen la oportunidad de conocer lugares y tiempos que quizá nunca conoceríamos en persona. Tal es el caso de, países, lagos, ciudades, montañas y muchos más, debo admitir que en lo particular me mantenía escéptico respecto a esta idea.
Conforme pasó el tiempo pude experimentar viajar por medio de la terminal de la lectura. Puedo tomar diferentes transportes librescos que me llevan a viajes hacia otros lugares, en este caso hablaré de El Quijote, obra que por su riqueza cultural ofrece un recorrido turístico por diversos lugares de España, Europa, el mundo oriental y hasta lugares fantásticos.
Ejemplo de ello es la narración sobre la Cueva de Montesinos y las Lagunas de La Ruidera, lugares que se mencionan en varios capítulos de la segunda parte de tan magnífica obra, dedicados a la aventura que Don Quijote tiene al introducirse en ella, narrando desde que comunica que desea ir a dicho lugar, así como cuando llega a éste acompañado de Sancho Panza y el primo que los guía.
Particularmente llama mi atención el capítulo XXIV de la segunda parte, cuando Don Quijote sale de la Cueva de Montesinos y cuenta a sus dos acompañantes lo que vio, advirtiendo estar feliz por:
Haber sabido lo que se encierra en esta cueva de Montesinos, con las mutaciones de Guadiana y de las lagunas de Ruidera…  
El también llamado Caballero de los Leones se jacta de saber lo que encierra la cueva, pero no sólo eso, sino mutaciones entre la cueva, Guadiana y la Ruidera, es decir, una relación entre la cueva y las lagunas, tanto los lugares como la relación me parecieron fantásticos en un principio, pero desatando mi curiosidad me puse a investigar sobre dichos lugares, y cuál fue mi sorpresa al descubrir que no sólo los lugares de la cueva de Montesinos y las lagunas de la Ruidera son reales, sino que después de estudios e investigaciones actuales se comprobó que, efectivamente, existe una comunicación subterránea entre ambos como lo advirtió Don Quijote.
De hecho en la actualidad las lagunas de la Ruidera es área natural protegida situada en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, España. Paradisiaco lugar que sin duda despierta interés en visitarlo.
Si bien no es lo mismo conocer los lugares físicamente y tener la experiencia de estar ahí, con los libros podemos viajar a diferentes lugares y por lo menos adquirir conciencia de su existencia, una ligera idea de cómo son y, por qué no, sentir motivación para visitarlos.
Creo en El Quijote como un transporte, el cual si te aventuras a tomarlo no te arrepentirás de viajar por una gran gama de lugares fantásticos y reales.

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Twitter: @ValerioMirand

Artículo publicado en La Gualdra no. 194, suplemento cultural, en La Jornada Zacatecas:
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_194?e=1493577/12406170



El amor, un personaje.

Por: Rebeca Mejía López

El amor es un tema más que recurrente en El Quijote, pues a largo de la novela Cervantes nos envuelve en muchas historias dentro de la misma hablándonos de personajes que sufren por no estar con la persona amada, que han traicionado por amor e incluso aquellos que han perdido el juicio por culpa de Cupido.
En el capítulo XX de la segunda parte, se hace una descripción interesante del Amor. Don Quijote y Sancho son invitados a las bodas del rico Camacho con Quiteria, quien en realidad está enamorada de Basilio el pobre, éste último hace una aparición realmente dramática en el capítulo siguiente, donde se prosigue la aventura. Las bodas se aprovechaban para dar espectáculos a los invitados, la descripción de la celebración es por demás interesante, pues los torneos y representaciones que se narran en éste capítulo eran comunes en tiempos de Cervantes.
Así, Don Quijote y Sancho presencian una danza hablada, es decir, un ballet con argumento y recitado. En ésta aparecieron ocho ninfas, repartidas en dos hileras: de la primera era guía el dios Cupido, y de la otra, el Interés. El primero adornado de alas, arco, aljaba y saetas y, el segundo, vestido en colores de oro y seda. Las ninfas seguidoras del Amor portaban en las espaldas sus nombres; Poesía, Discreción, Buen Linaje y Valentía. Las que seguían al Interés eran; Liberalidad, Dádiva, Tesoro y Posesión Pacífica.
Al comenzar la danza, Cupido fue el primero en presentarse diciendo:
Yo soy el dios poderoso en el aire y en la tierra y en el ancho mar undoso y en cuanto al abismo encierra en su báratro espantoso. Nunca conocí qué es miedo; todo cuanto quiero puedo, aunque quiera lo imposible, y en todo lo que es posible mando, quito, pongo y vedo.
Recordemos que en la época Cervantina comenzaba el resurgimiento de la tradición clásica, los grandes dioses mitológicos se recuperan en la narrativa y en todas las artes. Así, Cupido aparece en varias ocasiones a lo largo de la obra, definiendo lo bueno y lo malo que provoca este dios.
En el capítulo LVI de la segunda parte, Don Quijote se distrae por culpa de aquel niño ceguezuelo a quien suelen llamar Amor, el cual no perdió oportunidad de triunfar sobre un alma lacayuna y ponerla en su lista de trofeos. Cervantes, describe la acción de Cupido hacia Don Quijote de una forma muy parecida a la que Homero narra la influencia y movimiento de los dioses en las tramas de La Ilíada y La Odisea, al decir que:
Le envasó al pobre lacayo una flecha de dos caras por el lado izquierdo, y le pasó el corazón de parte a parte”. Causando así que Don Quijote no escuchara el son de la trompeta que daba inicio a un enfrentamiento. Todo esto, porque el Amor es invisible y entra y sale donde quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.
¿Somos también, estimado lector, almas lacayunas como Don Quijote?

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Twitter: @RbkMej

Artículo publicado en La Gualdra 193, suplemento cultural de La Jornada Zacatecas:
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-193?e=1493577/12297370



El amor cortés en El Quijote

Por: Rebeca Mejía López
Es difícil hablar de los orígenes del amor cortés, pero se ha definido a través de la literatura como una nueva forma de sentir que surgió en los medios aristocráticos y cuya influencia se extiende hasta nuestros días. Lo vemos en las telenovelas cuando los protagonistas enfrentan incontables obstáculos para reunirse con la persona amada.
En el siglo XII a.C. el amor cortés fue un tema propio de la literatura y de los juegos cortesanos, aunque no de una realidad afectiva. Manifestación de amor que encuentra su espacio en los poemas de trovadores y novelas. Durante la Edad Media conoció dos vertientes la de los autores que se enarbolan a esta concepción amorosa y la de aquellos que se definen en oposición a ella.
El amor cortés no faltaba en las novelas de caballerías y esto Don Quijote lo conocía a la perfección. En realidad el caballero no estaba completo si no tenía a quien dedicarle sus hazañas, a quien encomendarle su amor, un amor tan divino que se asemejaba a un sentimiento religioso, pues “el verdadero amante piensa de su dama lo que el místico piensa de Dios”.
Conducta que un caminante le recrimina a Don Quijote en el capítulo XIII de la primera parte. Antes se encomiendan a sus damas, con tanta gana y devoción como si ellas fueran su Dios, cosa que me huele algo a gentilidad*.
La mujer, efectivamente, se convierte en un objeto de devoción; los valores de la divinidad son transpuestos a ella, y sólo mediante este culto el hombre puede alcanzar su perfeccionismo. El verdadero caballero andante, como lo es Don Quijote, quien replica al caminante que caería en mal si otra cosa hiciese, pues está en uso y costumbre en la caballería adantesca que al acometer algún gran hecho de armas tuviera su señora delante, vuelva a ella los ojos blanda y amorosamente... y aun si nadie le oye, está obligado a decir algunas palabras entre dientes, en que de todo corazón se le encomiende.
No puede ser que haya caballero andante sin dama, porque tan propio y natural les es a los tales ser enamorados como al cielo tener estrellas. Así, otra característica del amor cortés es la exaltación y casi idealización de la dama, tal y como Don Quijote define a Dulcinea, al hablar de su hermosura sobrehumana, con sus cabellos de oro, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes y las partes que a la vista humana encubrió la honestidad son tales, según yo pienso y entiendo, que sólo la discreta consideración puede encarecerlas, y no compararlas.
Por último, los devotos al amor cortés se ven obligados a acatar sus reglas, o inventarlas si es necesario. Para que pueda hablarse de un amor cortés verdadero, el amante debe enfrentar obstáculos y, si no existen obstáculos reales, entonces hay que inventarlos. Lo invito, estimado lector, a repensar la relación entre la aventura, el amor y la locura.

*Herejía.

Artículo publicado en el suplemento cultural La Gualdra, La Jornada Zacatecas:
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-189_bien?e=1493577/11893832

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Twitter: @RbkMej



lunes, 13 de abril de 2015

"Zonas húmedas" llega a cines.

Tuve la oportunidad de ver esta película en el ciclo de cine Alemán que se realizó en Cineteca Zacatecas. Recuerdo perfectamente la primera línea de la película: "Siempre creí que las hemorroides eran un problema de viejos arrugados..." dicho por un hermosa adolescente alta mientras va en patineta por las calles, descalza debo agregar, en busca de un baño público. Helen, interpretada por Carla Juri de manera excepcional, por fin encuentra uno, entra y se da paso por la mugre, los charcos llenos de mierda, basura y vómito y se sienta en una taza bastante sucia. Explica que, aunque su madre toda la vida le advirtió sobre sentarse en los baños públicos, ella ha comprobado que las infecciones y demás temores ante esta práctica no son más que mitos de mentes histéricas y obsesionadas con la limpieza. 
Al principio me causó bastante asco estas y otras declaraciones de Helen, además de sus prácticas antihigiénicas y sexuales fuera de lo común, como la masturbación con verduras. Sin embargo, conforme avanzó la película me di cuenta que toda la sala, incluida yo, habíamos pasado de las expresiones de asco a las carcajadas sinceras. Helen nos estaba cautivando con sus prácticas irreverentes y falta de higiene. 
La trama cobra tensión cuando Helen, al depilarse apresurada y salvajemente, rasga una de sus hemorroides. El ser hospitalizada será una situación que aprovechará para cumplir su anhelo más profundo: reunir a sus padres divorciados y, de paso, conquistar al guapo enfermero Robin. Conforme avanzó la película, me di cuenta de que no era la única que había pasado de la carcajada a la lágrima viva con la historia de Helen. 
Cuando terminó la película noté que me sentía bien y con otra perspectiva sobre la menstruación, las relaciones sexuales, la orina, la vagina, los olores, la maternidad y el hecho de ser mujer. Me sentí satisfecha con la película porque no fue de un humor simplón ni  tampoco un melodrama, sin una narración sincera que muestra otra perspectiva de los tabúes que persisten en nuestra sociedad con un toque irónico. Muestra las inquietudes y conductas de la juventud alemana actual que, curiosamente,  resulta no ser muy diferente de la mexicana.
Terminé obsesionada con la historia, descubrí que está basado en la obra homónima de Charlotte Roche, inglesa radicada en Alemania. Me animé a conseguir la novela y, el resultado no fue muy diferente de la película pues me atrapó desde el inicio hasta el final. De nuevo solté carcajadas y me sentí más cercana a Helen quien me mostró que la menstruación es lo más natural del mundo, que hay que disfrutar de nuestro olor natural sin necesidad de desodorantes, que la amistad sigue siendo el tesoro más preciado, que la sexualidad de la mujer deber ser respetada, que las relaciones madre e hijas son complicadas aquí y en Alemania y que ser mujer no es sinónimo de maternidad.
Otros temas que son abordados en la historia son la crítica a la religión, al racismo y a las empresas transnacionales de limpieza e higiene, especialmente las que tienen que ver con la mujer -toallas sanitarias, tampones, desodorante y perfumes-. Roche muestra que existe una juventud crítica, inconforme y dispuesta a mostrar resistencia. 
Recomiendo ampliamente la novela y, por supuesto, estoy feliz de que el cine alemán esté llegando a salas comerciales porque esto permite una mayor cobertura de público. "Zonas húmedas"  refresca los temas del cine y literatura alemán, en donde persisten la Segunda Guerra Mundial, la filosofía alemana y la etapa comunista, pero de eso hablaremos en otra ocasión.


viernes, 10 de abril de 2015

"Pandora" de Liliana V. Blum

Por: Rebeca Mejía López

Tuve la fortuna de que me recomendaran leer los cuentos de Liliana V. Blum hace algunos años, así me inicié con "Vidas de Catálogo", en quien se convertiría en una de mis escritoras mexicanas favoritas. "Pandora" no es la primera novela de esta escritora, aunque si la primera publicada en TusQuets, lo cual le permite tener un mayor alcance de circulación entre los lectores. Hacía un buen tiempo que una novela contemporánea no me atrapaba dos días para terminarla de un jalón, y creo que eso es más que un buen pretexto para escribir una reseña. 
La trama de "Pandora" es sencilla en apariencia. Por un lado está Gerardo, un respetado ginecólogo, con dos hijos pequeños gemelos, una casa, tarjetas de crédito, las miradas de todas las enfermeras y una esposa perfecta, Abril, quien busca siempre estar a la altura de su marido. ¿Se podría desear más para ser feliz?
Por otro lado Pandora, la gorda de la familia, aquella que siempre fue así desde que tiene memoria, la que se quedaba con hambre y tenía que esperar a que su madre durmiera o saliera de casa para asaltar la cocina. Siempre en constante reprobación que raya en el desprecio por parte de su madre, con el amor de su padre que, sin embargo, muestra una actitud más bien tibia frente al dominio maternal, sumado a esto la comparación con su hermana delgada buena en todo. 
Pandora ha llegado a un punto de aceptar su condición sin hacer algo realmente significativo para cambiarla, aun así, esta aceptación no es exactamente amor a sí misma. Al irse la única persona que realmente la amaba, Pandora ya no tiene nada que perder ante la sorpresiva mirada de deseo que tiene Gerardo hacia ella.
Novela que me fascinó porque muestra la condición actual de muchas mujeres: el sentirse inconformes con su persona. Las gordas que son peor que las feas, rechazadas por la sociedad por flojas y conformistas y las delgadas que luchan por mantenerse así, probando distintas dietas, absteniéndose del placer de comer y comparando nuevas rutinas de ejercicios con sus amigas igualmente frustradas.
De forma parecida se explora el ámbito masculino, hasta dónde los hombres tienen que cumplir con su papel en la sociedad, más allá de roles como padre de familia, trabajador o esposo. La autora expone el ambiente que vive día con día un varón actual, reprimiendo su verdadera sexualidad por ir más allá de lo tolerado, especialmente para alguien que está más allá de los estándares promedios.
Por último, el deseo se presenta en la novela como un personaje escurridizo que lleva a Abril, Gerardo y Pandora a explorar los límites de su propia existencia en búsqueda de lo que realmente anhelan.
La máxima "conócete a ti mismo", en el plano psicológico, propone perforar en nuestra propia imagen hasta develar el verdadero ser. Imagen que hemos construido en aras de la adaptación social, cultural y familiar. Desde pequeños, aprendemos a ocultar nuestra naturaleza adoptando rasgos que serán mejor aceptados en nuestro entorno. Liliana V. Blum, rebasa el típico triángulo amoroso para introducir al lector, a través de Gerardo, Abril y Pandora, a la eterna lucha entre el ser y el deber ser.
En palabras de la autora: "¿Qué pasaría si estuviéramos dispuestos a cumplir nuestras fantasías? ¿Hasta dónde habríamos de llegar para lograrlo?" 
La narración de Blum logra ser fluida al alternar la voz de Pandora con el conflicto matrimonial de Abril y Gerardo visto desde fuera, invitando al lector a mirarse en cada uno de los personajes desde distintos ángulos. La autora nos invita a explorar los tabúes y dejar a un lado los prejuicios y, lo más importante, a buscar dentro de aquél personaje que hemos construido nuestro verdadero ser. Abrir nuestra propia caja de Pandora, esperar lo peor y, si somos lo suficientemente valientes, la liberación.
En resumen, "Pandora" es, desde mi experiencia como lectora, todo un acontecimiento, en la narrativa mexicana contemporánea.


Reseña publicada en La Gualdra no. 194, suplemento cultural de La Jornada Zacatecas.
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_194?e=1493577/12406170